Ha surgido un nuevo concepto de madurez que replantea la percepción que se tiene de la edad y nos demuestra, que esta es sólo un número y poco o nada tiene que ver con la vejez, principalmente en términos de moda en las personas adultas.
Según WGSN
“Actualmente las personas nacidas entre 1946 y 1964 representan el 40% de la demanda total de consumidores de los Estados Unidos”. Y es que, aunque no nacieron en pleno auge digital, se han adaptado con total naturalidad a las herramientas contemporáneas de la comunicación como aplicaciones y redes sociales; así lo evidencian las estadísticas de Facebook demographic Report donde el 80.4% del incremento de nuevos usuarios de Facebook en el 2014, corresponde a personas que superan los 60 años de edad. De igual manera, sucede con Instagram en el mismo año, donde el 10% del incremento de usuarios de esa red social corresponde a personas de esta población.
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Lo anterior se suma a las métricas de navegabilidad en la web, las cuales evidencian que estas personas pasan en promedio 27 horas por semana conectadas a internet y sus intereses en motores de búsqueda se inclinan hacia temas relacionados con la industria de la moda, tecnología y alimentos saludables, proponiendo así la reinterpretación, no sólo del concepto de edad sino también, nos permite evidenciar el brote de una potente población de consumo.
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Por último
Podría deducirse que el hallazgo de estos nuevos perfiles de consumidor amplían las posibilidades de innovación en la moda en las personas adultas. Y que esto no supla estrictamente sus necesidades, a comprender este nuevo estilo de vida. Pues, esta generación se niega a interpretar la edad como un factor negativo y por el contrario la replantean como una oportunidad de vivir sin prejuicios esa adultez que les permite disfrutar a cabalidad los frutos de sus labores en la juventud.
