En 1936 nadie imaginó que una pieza ideada por la diseñadora Edith Head para el vestuario de un personaje en una película, le abriría una puerta comercial a una serie de prendas, que para la playa, se han convertido en imprescindibles. Diseños a los que se han sumado otras piezas como los kaftans o los cover up, que trascienden la ocasión playera, para ser usados en momentos cotidianos y exhibir ese inconfundible halo playero y un tanto boho, que suele encantar.
The Princess Jungle
Esta fue la película que convocó a la famosa diseñadora Edith Head, quien tuvo la misión de crear el vestuario de este film y, de paso, diseñar una serie de atuendos que hicieran lucir a la joven actriz Dorothy Lamour como una bella nativa de la isla de Malasia. Fue así, como Head, adaptó el sarong, una prenda masculina tradicional del sudeste asiático, y lo convirtió en un vestido drapeado, para el que usó telas de llamativos estampados florales, pero además, le incorporó un short para hacerlo más versátil.
El resultado fue una pieza tan relevante para la caracterización del personaje de Ulah, que rápidamente fue imitado por miles de mujeres, que no solo querían lucir el sarong de Dorothy Lamour en la playa, también querían extender este look a ocasiones cotidianas con vestidos drapeados o faldas de motivos florales.
Una historia llena de matices
El auge que sobre la década del treinta tuvo esta ingeniosa adaptación del sarong, trascendió el hit momentáneo. Esto para abrirle la puerta a un sinfín de posibilidades al guardarropa femenino de la playa o inspirada en ella.
No en vano, hoy encontramos que el beachwear incluye complementos que van desde las muchas variaciones del sarong, pasando por el práctico pareo, hasta los cómodos y polifacéticos cover ups. Estos últimos, retoman las influencias étnicas y artesanales de los kaftans. Y, resultan ideales para lucirlos no solo en la playa, sino también en diversos momentos durante épocas veraniegas. Un verdadero statement que hoy se impone en escenarios tan diversos como lugares costeros. Como también en ciudades de clima cálido o eventos al aire libre, como los populares festivales musicales.