Con la abrupta salida de Frida Giannini de la dirección creativa de Gucci, la marca se exorcizaba de una imagen que ya no los representaba, o al menos esa fue la razón por la que Alessandro Michele fue nombrado nuevo director creativo.
La necesidad de un nuevo aire se volvió una prioridad y sería Michele con sus ideas el encargado de darle a Gucci un nuevo enfoque mucho más contemporáneo y que además serviría para inspirar una nueva identidad.
En febrero pasado Alessandro Michele hizo su debut en la pasarela otoño invierno con una colección que mostraba la visión nostálgica del diseñador. Un nuevo tipo de sensualidad reprimida entre lo intelectual y lo romántico y que por supuesto rompía drásticamente con la fórmula de glam desmedido y sensualidad excesiva que Frida Giannini y Tom Ford le habían infundido a la marca.
La colección fue bien recibida y ahora Alessandro Michele se estrena con su primera campaña publicitaria para la casa italiana; el trabajo está perfectamente alineado con la onda seventie-vintage que la marca ha adoptado, sin que eso implique renunciar a una visión fresca.
Esta primera campaña de Michele es con prendas creadas por su antigua jefe y directora creativa Frida Giannini, sin embargo, el diseñador se las arregló para trabajar con una colección que no había sido creada por él y le dio a las fotos un toque lounge-retro que contrasta claramente con un espíritu joven.
Alessandro Michele cambió de fotógrafo y creó una atmósfera menos sexy, pero que sigue viéndose moderna y lujosa aunque el desgaste en las paredes y en el sofá den la sensación contraria.
Los modelos parecieran no ser tan relevantes en las tomas, el ambiente es más natural y menos recargado, en general el look de la campaña muestra el trascendental cambio que la marca ha decidido adoptar y lo mucho que le apuestan a la visión de Alessandro Michele.