Quizás cuando escuchamos hablar de excesos en la moda como identidad de marca, el referente que nos llega de inmediato es Maria Antonieta. Y no es para menos, la vida de la polémica reina francesa es el mejor ejemplo de derroche y extravagancia. No solo para la moda sino para el arte en general
Sin embargo
Tres siglos después, la extravagancia sigue haciéndose presente en la moda. Pero ahora, se hace presente en propuestas que logran adaptarla a las preferencias de consumo de las generaciones contemporáneas.
Diversas marcas de moda recurren a esta corriente estética como identidad de marca y la ven como una estrategia de posicionamiento dentro de la de la industria del vestuario.
Foto: FashionNetwork.com
Marcas como Moschino y Viktor & Rolf transgreden con sus sobrecargadas y inusuales propuestas cuyas siluetas sobredimensionadas son la forma más contundente de posicionar sus rasgos distintivos.
Por otra parte
Gucci recurre a la saturación lograda mediante la estampación digital para abrirse un espacio único dentro de la industria de lujo, la estética que caracteriza a su director creativo Alessandro Michele fusionado con el legado de la firma italiana, han hecho que las propuestas de esta casa sean las más mediáticas y controversiales de las últimas semanas de la moda del mundo.
Foto: FashionNetwork.com
No podríamos omitir un Versace, con una sobrecarga de lujo y esmerados detalles, son un conglomerado de información que le permite a la marca llegar de manera contundente al público objetivo. A ellos se direccionan todas sus creaciones del mercado.
Lo anterior evidencia que la moda día a día encuentra nuevas oportunidades de inspiración en estéticas que para algunos de nosotros están abolidas. Pero que, para muchos creativos son el insumo perfecto para destacar el carácter de sus firmas. Y así lograr aportar, más que las prendas, identidad y respaldo sus consumidores