Gosha Rubchinskiy, el chico rebelde de la moda rusa ha vuelto a cautivarnos con su irreverente estilo, pero esta vez acompañado de dos gigantes de la moda: Adidas y Burberry. La colección fue presentada el pasado fin de semana en San Petersburgo, en un antiguo club con salas de teatro, bibliotecas y que en el pasado funcionó como escenario para conciertos.
Foto: Ft.com
Rubchinskiy se ha encargado de posicionar la moda rusa a nivel mundial, sus desfiles son todo un compilado de símbolos, analogías y mensajes intrínsecos que han cautivado al universo del vestuario. En esta ocasión su participación con Burberry fue más allá de ser simplemente una estrategia comercial apalancada en el próximo mundial de fútbol, pues en lo que va del siglo XXI esta marca se ha mantenido alejada de cualquier colaboración con este deporte.
Pero solo falta un año para el inicio del mundial Rusia 2018 y para nadie es un secreto que este deporte de masas, pronto será el evento más mediático del mundo, por esta razón el desfile se realizó en San Petersburgo, ya que esta fue la primera ciudad rusa en la que se jugó un partido de fútbol en el siglo XIX, cuando los ingleses llevaron este deporte al país de la Plaza Roja.
Esta colección fue inspirada en la cultura Rave, especialmente en aquellas fiestas inglesas que se realizaban de manera clandestina y que al ritmo de largas tandas de electrónica se extendían hasta el amanecer. Como de costumbre, las siluetas amplias y sobredimensionadas, rasgos distintivos de Rubchinskiy, no se hicieron esperar a lo largo del desfile en chaquetas tipo bomber, gabardinas y chalecos tipo pescador. En cuanto a prendas inferiores, predominaron los pantalones cortos y los de bota a media caña con prenses.
Foto: Pinterest
Por otra parte, la influencia del fútbol, anticipándose al mundial de Rusia 2018, se hizo presente en prendas deportivas bajo el sello Adidas. Pantalonetas y camisetas con estampación digital de grafías psicodélicas y también en unicolor donde el rojo fue el protagonista.
Sin duda, esta colección evidencia la flexibilidad a la que las marcas de lujo están accediendo con el fin de llegar a diferentes perfiles de consumidor. En este caso Burberry, cuya fusión con Gosha Rubchinsky logra captar el interés de un público joven y alternativo que, además de ver la marca como una opción para la adquisición de prendas, también le aporta un aspecto refrescante al público objetivo de la firma inglesa.