Esta es una pequeña selección que reúne algunos memorables trajes de baño que han marcado la pauta en el universo del beachwear. Diseños que han sido un éxito mediático, adelantados para la época, polémicos o, simplemente, únicos para el mundo de la moda. Tanto así, que su influencia y estilo son referentes obligados para marcas y diseñadores, que tienen en ellos la mejor inspiración para sus nuevas colecciones.
Una verdadera bomba: Nace el Bikini
En 1946, el ingeniero francés Louis Réard, no logró conseguir una modelo que quisiera lucir su nuevo diseño de traje de baño, sin embargo, Micheline Bernardini, una bailarina desnudista asumió el reto. Ella modeló la atrevida propuesta de dos piezas, que para el momento sería el traje de baño más pequeño que socialmente se hubiese presentado y cuya tela recreaba la impresión de un periódico.
De paso
El diseño de la parte inferior incorpora al mundo de la moda la silueta triangular, un preámbulo claro de la famosa silueta tipo tanga. Esta creación fue una verdadera bomba mediática, a la cual Réard nombró: bikini, a propósito de las pruebas nucleares realizadas por Estados Unidos en el atolón Bikini, unos días atrás. El bikini fue un éxito en Francia, especialmente, durante la década del cincuenta, pero su acogida mundial se da a partir de los sesenta, cuando esta prenda se populariza y se convierte en una de las más apetecidas e inmortales en el universo del beachwear.
El poder de una Chica Bond
En 1962 la película James Bond contra el Doctor No, sería la primera de una saga que se mantiene como una de las más importantes del séptimo arte. Así mismo, una de sus escenas nos presentó a la actriz Ursula Andress luciendo un increíble bikini blanco de algodón, mientras salía del mar. La autora de este diseño fue Tessa Prendergast, quien tuvo a cargo el vestuario del filme y con quien Ursula se reunió días antes del rodaje para darle algunas sugerencias acerca de la prenda; el color, por ejemplo, fue idea de la actriz. El impacto que tuvo este traje de baño de dos piezas fue tal, que, por aquella época, la venta de bikinis registró un alza, además de las muchas imitaciones que surgieron y, aún surgen, a raíz del modelo que impuso la primera chica Bond.
Un traje de baño rojo
En 1976 el fotógrafo Bruce McBroom, montó un set improvisado que tenía como fondo una tradicional manta mexicana e invitó a la entonces joven actriz Farrah Fawcett a posar para un poster. Ella decidió lucir para la sesión un traje de baño entero de color rojo, una pieza creada por Norma Kamali, quien había referenciado a la prenda como Slip Maillot, una silueta básica de su marca. Lo cierto, es que el poster se convirtió en el más vendido en la historia, en total fueron doce millones de unidades y tanto Farrah Fawcett como el traje de baño saltaron a la fama. Un modelo que resulta funcional y atemporal, pues su estilo es perfecto para tomar el sol y nadar. Actualmente, el poster y el vestido de baño hacen parte de la exhibición del Museo Nacional Smithsoniano de Historia Americana.
Una portada inolvidable
En 1988 los seguidores de la revista Sports Illustrated vieron cómo la modelo Elle Macpherson protagonizaba la portada del mes de febrero. Ella lucía un vestido de baño entero de cortes verticales y escote frontal en forma de “V”, un traje comúnmente usado para practicar buceo. Una suerte de consigna, por aquella época, le presentó al mundo cuán atractivos podían llegar a ser las bases y los diseños reservados para los deportistas acuáticos. Una tendencia que, incluso, hoy perdura.
La diversidad de los noventa
En 1994 la firma Chanel presentó una colección de vestidos de baño, que sin bien conservó la tendencia de la cintura alta de los ochenta, también exploró las muchas posibilidades alrededor de las formas del cuerpo, una prueba de ello, son los cortes y las reservas de tela en la parte superior de algunos de los modelos. Así mismo, presentó una versión de bikini en la que el triángulo fue la forma predominante, adicionalmente, tanto en la parte superior como en la inferior, ambas piezas tenían el recurso de tirantes ajustables. Ambos diseños fueron acogidos por otras marcas y rápidamente imitados, siluetas que hoy en día siguen siendo memorables trajes de baño.
La bienvenida a un nuevo milenio
En 2001, durante la semana de la moda de París, la diseñadora inglesa Stella Mccartney presentó su colección Primavera / Verano 2002. Entre sus propuestas apareció un traje de baño amarillo, que, si bien podría ser el menos mediático de esta selección, sí es un punto de quiebre importante en términos de diseño. De un lado, nos encontramos con una silueta de un solo hombro y cortes curvilíneos que dejan al descubierto la piel, una tendencia inspirada en los trikinis de los años setenta, pero que la diseñadora planteó de manera moderna que, de paso, durante la década del 2000, puso de nuevo al trikini en el panorama de la moda. Así mismo, este diseño, sentó las bases para una silueta que hoy en día resulta muy atractiva y bastante usada en el universo del beachwear.