Diana Crump es la diseñadora y creativa detrás de la firma Atelier Crump. Una propuesta cuyo concepto posee un alto componente en torno al color y los estampados. De hecho, Diana tiene una relación muy estrecha con las telas estampadas. No en vano trabajó durante tres años en la prestigiosa firma francesa Hermès, donde llegó a tener a cargo una de las divisiones textiles de la marca. Hablamos con ella y nos contó cómo se ha establecido la identidad de la firma, el trabajo con los ilustradores, además de diversos aspectos que rodean su proceso de estampación.
¿En qué momento llega el tema de los estampados y el color a su firma?
Al principio el tema de las grafías y el color no era un tema relevante para la marca. De hecho, inicialmente la propuesta nació como una firma masculina, una marca de sastrería para hombre. A raíz de un matrimonio al que fui invitada, en el que además vestí al novio y a varios invitados, decidí hacerme un traje que le hiciera propaganda a Atelier Crump. Entonces me diseñé un smoking con una tela estampada que había comprado en Francia.
El atuendo fue un éxito y, esa fue quizás la mejor señal para identificar una necesidad potencial en el mercado. Eso, sumado al hecho de encontrar muy divertida la idea de diseñar este tipo de prendas.
Desarrollo de la tendencia
Unos meses después viajé a Francia y seleccioné una serie de telas tradicionalmente usadas para muebles, cortinas, manteles. Estas son bases cuyos estampados no son típicos para la ropa. Por el contrario, eran grandes y poco comunes.
De esa selección de telas nació una primera colección. Quizás, la mejor estrategia que tuve para tantear el mercado. Y, a partir de ese momento, ocurrió la magia y la marca asumió esa identidad.
En su caso como diseñadora, ¿cómo ha asumido el uso del color y los estampados en su propuesta?
En mi caso, este lenguaje del color y los estampados, tiene cierta dosis de rebeldía frente a la tradicional mentalidad bogotana, esa que menosprecia el hecho de vestirse de colores vibrantes para un evento. No hay que olvidar que Colombia es un país tropical y, en mi caso, siento que el color está inmerso en nuestra cultura, en la vegetación, en todo lo que vemos. Entonces, siento que es el momento de darle un lugar al color en nuestro vestuario y dejar de lado las ideas esnobistas que lo subestiman.
Mi mensaje es claro: se puede.
Eligiendo bien los colores, las telas, los cortes. En realidad, existen muchos parámetros para que el look funcione y sea elegante.
Para Diana el lenguaje del color y los estampados, tiene cierta dosis de rebeldía frente a la tradicional mentalidad bogotana, que suele subestimar su uso en las prendas de vestir
Fotografía: Ana María Fandiño
Háblenos un poco acerca de la temática de los estampados y sus tamaños
En el caso de las flores, al principio traté de salirme del típico estampado floral de tamaño pequeño que ya hemos visto muchas veces, en su lugar quise plasmar flores y hojas más grandes, que la imagen fuese imponente, de tal forma que ocupe la mitad de la pierna o toda la parte delantera de un traje. Para ello, me inspiré en las telas usadas tradicionalmente para los muebles; en estas bases el tamaño del estampado es diseñado para que se vea en una cortina, no para que se vea sobre el cuerpo humano y siento que eso creó algo inesperado que le dio un estilo más contemporáneo.
¿Qué conforma esta línea?
Esta línea floral también consistió en jactarme un poco de la abundancia del trópico en el que vivimos y, en lugar de querer seguir la línea de cualquier diseñador europeo o norteamericano, se trataba de aprovechar esta exuberancia natural en la que vivimos y convertirla en algo muy elaborado y refinado. De tal forma, que esta propuesta pudiese ser llevada a un público con poder adquisitivo, que entendiera este mensaje y la fortuna que tenemos de vivir en un lugar tan rico en términos naturales y vegetales.
¿Con cuáles ilustradores ha realizado colaboraciones?
Empecé con Natalia Swarz, una ilustradora caleña que vive en Barcelona. Con ella el tema fue muy orgánico, de hecho, yo no la conocía, pero a raíz de un comentario que ella realizó en mis redes sociales empezamos a hablar.
Fue entonces cuando le expresé que me encantaría que alguna vez hiciera un estampado para mi marca. A ella le encantó la idea y para mi segunda colección realizó tres estampados. Fue una colaboración muy bonita y nos fue muy bien a ambas. También trabajé con Theo de Gueltzl, un amigo francés que es artista; él realizó un motivo para una de mis colecciones. Más adelante obtuve la colaboración con la ilustradora Estefanía Tejada, quien tuvo a cargo la realización de un estampado que hizo parte de la colección que presenté el año pasado en Colombiamoda.
Para el desarrollo de algunos de sus estampados Atelier Crump ha contado con la colaboración de ilustradores y artistas como Natalia Swarz, Theo de Gueltzl y Estefanía Tejada
Fotografía: Ana María Fandiño
¿Cómo es el direccionamiento y la metodología de trabajo con los ilustradores?
La metodología consiste en enviarles referencias de ilustraciones o fotos reales de flores reales. Les armo una especie de mood board, en el que se muestra la idea que me estoy imaginando; incluso, en algunas oportunidades, les doy ciertos indicios de color. Sobre la marcha, muchas veces el resultado no termina siendo fiel a la idea inicial (risas), porque durante el proceso a ellos se les ocurre otra cosa. Así mismo, me gusta darles cierto margen de libertad, porque siento que para ellos, como artistas, si les dices de manera muy exacta qué quieres, eso puede coartarlos y perder la magia que tienen en su estilo.
Precisamente
Si he querido realizar colaboraciones con estos creativos es porque encuentro aspectos de su estilo que me encantan. Entonces, la idea es no perder la esencia del artista con el que colaboro, pero obviamente darles ciertas pautas. Siento, además, que los tres ilustradores con los que he trabajado, entendieron muy rápido la idea de la marca, todos supieron hacer algo novedoso, pero acorde al ADN de la firma.
¿Con quién realiza el proceso de estampación?
A mí me encantan las fibras naturales como la seda y el algodón, pero veo que en Colombia hay muy buena estampación en fibras sintéticas. En ese sentido, me incliné por lo que yo ya conocía, pues yo trabajé en Francia en Hermès, por tanto conozco muy bien al proveedor que le estampa a esta firma, pues era con quien yo debía trabajar constantemente. Es una fábrica en Italia, cerca al Lago de Como, en las afueras de Milán, ellos son estampadores desde hace trescientos años, es un lugar que tiene mucha tradición en el tema de la estampación, especialmente, en seda.
La propuesta posee un mensaje que exalta, a través de las grafías, la riqueza natural y vegetal que tiene Colombia – Fotografía: Ana María Fandiño
En el caso de la acogida que Atelier Crump ha tenido entre el público, ¿en qué cree usted que ha consistido la afinidad que la gente tiene con los estampados y el colorido de su propuesta?
Es una muy buena pregunta, porque yo misma me la hago con frecuencia. Creo que una parte tiene que ver con el color, pues esta llama la atención a la gente, pero obviamente, tiene que ser un color bien elegido, pues no es igual seleccionar un color para las paredes de tus espacios o los colores que un diseñador gráfico escogería para los empaques de un producto. Con los colores que le atribuyes a la ropa y a las telas, la selección debe estar pensada en función de atreverse, pues siento que muchas clientas de la marca estaban un poco aburridas que el mercado solo les ofreciera la chaqueta negra o la chaqueta gris.
Tendencias actuales
Ahora ellas buscan algo distinto, más colorido y más alegre, una gama de colores que comunique refinamiento y elegancia, pero además, que resulte evidente que el color fue escogido con cuidado y que los tonos contrastan bien con los colores de la piel. Eso definitivamente le llama le gusta a la gente, sumado al hecho de que son prendas llamativas y protagónicas, pues las mujeres que las lucen no pasan desapercibidas, un aspecto que se acopla a la personalidad de las clientas que usan Atelier Crump.
Una de las ideas clave de la marca es romper con los tradicionales tonos oscuros y grises de los trajes formales e invitar al riesgo a través de los colores vibrantes y los estampados
Fotografía: Ana María Fandiño.
Producción y dirección de arte: BAS Fashion Consulting