El más reciente desfile de Miu Miu logró hacer que a través de nuestros ojos gozáramos del suave tacto de los textiles que componían cada uno de los 52 looks puestos en pasarela.
El romanticismo y la melancolía de los tiempos pasados, sumado a la incertidumbre de las mujeres que en épocas de guerra debieron forjar un rol camaleónico, que les permitió asumir labores que estaban determinadas únicamente para los hombres y que regresaban victoriosas cada tarde a sus casas a reunirse con sus familias, inspiraron en esta oportunidad a Miuccia Prada.
Una a una transitaron las modelos por la pasarela con los atuendos que la firma propone para esta temporada y cada vez que una de ellas pasaba frente a nosotros lograba que recibiéramos la suavidad de los insumos, ¡si, fue una locura! Miu Miu logró hacer que tocáramos sus prendas y sintiéramos cada una de sus texturas con nuestros ojos.
En la colección se destacan las formas orgánicas y volumétricas en contrastes de tonos pastel que reforzaron el concepto kitsch de la entrega, donde predominan el rosa cuarzo, azul cerúleo y verde menta. En cuanto a las siluetas los must have fueron los mono vestidos y blusas de hombro globo.
Un universo de texturas donde las protagonistas fueron las telas de tacto poroso con estampación digital, pieles sintéticas, satines, terciopelo y algunos acolchados, convirtiendo ésta en una apuesta kinestésica que trasciende de lo visual y que comprende que la diferenciación es una de las soluciones más acertadas dentro de esta competida industria.
En los estampados se destacaron los conceptos gráficos de flora otoñal, algunas aves silvestres, gatos y antiguos teléfonos. También sobresalieron los apliques de color plateado, cristales y piedras sobrepuestas en prendas y calzado.
Sin duda, esta colección evidencia el claro objetivo de la firma por generar propuestas poco convencionales, conservando su esencia en cada temporada. Para Miu Miu es claro que la industria de la moda atraviesa momentos cruciales, en los cuales no basta solo con un posicionamiento logrado durante varios años, sino en la constante evolución y la creación de rasgos distintivos que además de hilar la narrativa de marca, proporcionan valores de identidad y estatus a su mercado objetivo.
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