El pasado jueves 9 de febrero se dio inicio a la Semana de la Moda en Nueva York, y era inevitable respirar el tensionante aire de incertidumbre que imprime en el panorama de la industria las variables económicas y sociales actuales de los Estados Unidos. Sin embargo, esto no es en absoluto una limitante para la creatividad de los diseñadores de las importantes firmas de moda, cuyas controversiales propuestas han engalanado las pasarelas de este Fashion Week.
Muestra de ello fue la colección de la estadounidense Tory Burch, quien propone una fusión de elementos que agrupan la tranquila felicidad del pasado y los deseos melancólicos de paz y libertad del presente.
Estilizadas faldas tipo midi y maxi vestidos camiseros en bases textiles satinadas, cuyos estampados se enmarcaron en un concepto gráfico botánico. Blusas de cuello victoriano en telas transparentes de acabado plisado en una paleta de color donde se destacan las tonalidades de blanco marfil, azul celeste, azul rey y violáceo, con acentos de palo de rosa, ocre, marrón y verde oliva.
Por otra parte
Jeremy Scott propone siluetas oversized; chaquetas tipo parka de lentejuelas con una fuerte influencia militar que critica al caos político mundial, abrigos de plumas en colores vibrantes y animal print de leopardo sobrepuestos en maxi vestidos satinados y pantalones de bota acampanada en terciopelo y velvetten. Busos y camisetas con estampados digitales recargados donde se destacan formas irregulares, caricaturas y el rostro de Jesús.
Otra de las propuestas que captó nuestra atención fue la colección de la diseñadora Victoria Beckham, la cual fue inspirada en la década de los 40 y su transición durante la Segunda Guerra Mundial. Una narrativa que evidencia la fuerza femenina para soportar y superar los tiempos de conflicto.
Paralelamente
La firma Oscar de la Renta nos deleitó con un despliegue de elegancia y sofisticación típicos de la casa. Las creaciones para esta entrega estuvieron impregnadas de un intachable estilo vanguardista y desmedida opulencia la cual impidió que nuestra mirada se enfocara en algo diferente a la pasarela, emitiendo así un mensaje de triunfo pese a todos los contratiempos actuales. Vestidos de volumen controlado y siluetas fluidas fueron aspectos relevantes de la colección, al igual que el uso de insumos atemporales como bases textiles con devoré, transparencias y el satín como elementos infalibles en casi todos los looks.
Y como ya es costumbre, uno de los shows más esperados en cada celebración del New York Fashion Week fue el de Alexander Wang. El joven creativo de irreverente estilo, presentó su colección Fall-Winter 17/18 y aunque en el fondo nos quedó el sin sabor de estar presenciando una vez más algo de lo mismo: típico y repetitivo del sello Wang, vale la pena resaltar que en esta oportunidad hubo una mayor apertura por parte del diseñador estadounidense hacia insumos textiles complementarios como velveteen, paño, transparencias y satines, fusionados con el cuero, su insumo por excelencia. Prendas exteriores, blusas y accesorios con influencia de hard rock, proponiendo así un escenario de poder y revolución femenina.
Este fue un recorrido por las propuestas de diseño más relevantes de la que es sin duda la fashion weeks más controversial de la industria de la moda, la New York Fashion Week. Colecciones, que aunque opuestas entre sí, contenían un sentido social y político que les une, la libertad y la unión mundial.