Photo Vogue.es
Una temporada más, las pasarelas han terminado y lo que vimos en la ciudad de luz nos ha seducido. ¿Qué tiene París Fashion Week que nos gusta tanto?, ¿será porque las firmas más representativas muestran aquí sus colecciones? … eso es lo que trataremos de responder a continuación cuando hagamos un repaso, desde la puesta en escena de Chanel, pasando por John Galliano para Margiela.
CHANEL
Karl Lagerfeld convirtió al Grand Palais en una enorme sala de abordaje de un aeropuerto («Porte # 5»), un escenario majestuoso que sirvió para poner en contexto su colección, que sin pasar desapercibida hacía referencia a viajes llenos de glamur y lujo.
Ya es habitual que Chanel haga de sus desfile un espectáculo de grandes proporciones en los que se pone estricta atención a los detalles, y lo mismo pasó esta vez con su colección, entre tweeds, trajes de corte retro, pantalones, sandalias tipo teva y por supuesto lo que nadie olvidará: las gafas de sol que acompañaron gran parte de los looks de la colección.
Como espectáculo, Karl Lagerfeld supo cómo encantar a su público, sin embargo su aeropuerto no alcanzó a disimular lo repetitiva que se están volviendo sus colecciones.
John Galliano para Maison Margiela
El ex diseñador de Dior sigue en su camino por la gloria, su propuesta para Maison Margiela lleva implícito un espíritu de glamur que desafía ciertos tecnicismos y se da licencia a la controversia.
La colección era más Galliano que Margiela y era algo que sabíamos pasaría tarde que temprano, la excentricidad acompañó a la mayoría de los looks sin que se desdibujara la idea de crear ropa que funcione para su clientela.
Louis Vuitton
Otro caso en el que la puesta en escena resultó tan ostentosa y sorprendente que terminó por disimular una colección que rayaba en lo provocativa y diferente. Ghesquière nos introdujo a un universo digital y futurista que se inspira en el anime japonés, los video juegos y la ciencia ficción (en especial la película Tron: Legacy).
La colección presentó chaquetas en cuero, faldas en metal bordado, looks que parecían armaduras acompañados de una actitud rebelde. Para la firma, toda esta visión intrépida, representa un nuevo viaje en el que se integran lo digital y la vida real.
Podemos concluir entonces que París Fashion Week nos gusta porque rompe con lo tradicional. Además, representa una nueva visión del lujo y la moda, quizás demasiado audaz pero sin duda de gran alcance global.