Tenemos que hablar de la más reciente colección masculina de Raf Simons. Esta es una impecable propuesta que evidencia la irreverencia absoluta del diseñador. Y además se incluye su capacidad de adaptación al cambio constante de la industria del vestuario.
¿Por qué hablar de Raf Simons?
Desde que Simons fue nombrado director creativo de Calvin Klein, trasladó la presentación de sus colecciones de París a New York haciendo que su desfile sea el show más esperado de la semana de la moda de la gran manzana.
Imagen: youtube.com
La cita fue en un callejón garishly en pleno corazón de Manhattan. Lo cual nos clarificó, de entrada, la influencia urbana en la estética de la colección; una pasarela de asfalto húmedo, con iluminación decorativa en colores vibrantes cuyos halos de luz se fundían con el humo de las cámaras de hielo seco dispuestas en puntos estratégicos de la escenografía, los espectadores de pie ubicados en los costados de la pasarela y su euforia tras cada outfit potenciaba la intención callejera del espectáculo.
Cerca de 50 looks inspirados en la cultura asiática conforman la colección. Cada uno de estos expresa la profunda melancolía del pasado y la resiliencia con la que debe afrontar el futuro. Simons es consciente que el clima está cambiando, al igual que la dinámica mercantil y el comportamiento de los consumidores. Por lo anterior, es fundamental la creación de prendas que se adapten a todos estos aspectos, logrando el equilibrio ideal entre funcionalidad y estética.
Foto: Businessoffashion.com
Características de esta tendencia
Abrigos oversize en textiles semipesados en cuadros de tartán, acetato y pieles de aspecto húmedo. Pantalones de tiro largo con la bastilla a media caña. Igualmente, se incluyen chaquetas sobredimensionadas tipo blazer y buzos de punto en siluetas desestructuradas. En cuanto a accesorios, se destacan los sombreros de ala pandeada y bufandas fluidas en estampación digital, el calzado se enmarcó en tres tipos: botas plásticas de invierno, zapatos clásicos de cordón y chanclas. En la paleta de color se destacaron tonalidades frías de azul marino, verde menta, fucsia, ciruelo, gris y negro.
Asimismo, Simons logró evidenciar que el futuro es ahora y que él está preparado para afrontarlo, con propuestas que no sólo se adaptan a las variables climáticas, culturales o de comportamiento de los consumidores, sino también en la forma en que efectúa acciones estratégicas que le garantizan la permanencia de su firma.